El día 22 de agosto de 2010 asistí a la zona arqueológica de Teotihuacán en el Estado de México, esta visita la realice acompañado de amigos, con motivo de conocer un poco mejor las culturas autóctona.
Visitamos entonces las diversas estructuras arquitectónicas que se erigen a lo largo de la Calzada de los Muertos como lo son: las pirámides del Sol y la Luna, el Templo de Quetzalcóatl, el Patio de los Jaguares, Quetzalpapálotl y la Ciudadela.
Es importante mencionar el impacto que trasciende este centro místico en los muchos visitantes extranjeros y, por supuesto, en los nacionales debido, quizás, a las poderosas fuerzas cósmicas que al parecer ejerce este majestuoso recinto. Además de su vasta perfección arquitectónica, una de las más importantes en Mesoamérica, y la inminente trascendencia histórica de esta cultura.
Este centro ceremonial ejercía una influencia política, social y, por supuesto, religiosa de tal magnitud que llegó a trascender incluso en otras ciudades y significó un impresionante esfuerzo por parte de su población para poder erigir este magnífico recinto.
Conocer estos lugares permite que conozcamos nuestras raíces, y nos ayuda a comprender de dónde venimos y a donde vamos. Es el estudio de nuestros antepasados y la forma en que vivían, muy diferente a la actual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario